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EL CASO DEL CUELLO CAIDO NOS INVITA A REFLEXIONAR

En Irán, un joven de 23 años terminó viviendo una pesadilla, tras años de adicción a las drogas. Su cuerpo ya no podía resistir más, hasta que un día, sus músculos cervicales colapsaron y su cabeza cayó en un ángulo de 90 grados, dejando a su familia y a los médicos en shock. Tras los estudios, fue diagnosticado con una rara condición llamada «síndrome de la cabeza caída», una de las complicaciones más graves del consumo prolongado de drogas, ya que debilita por completo la columna y los músculos del cuello.

Los médicos tuvieron que intervenir quirúrgicamente para salvarle la vida, advirtiendo que, de haberse demorado, las consecuencias hubieran sido fatales.
Si bien esta característica puede asociarse con diversas afecciones neuromusculares, como la miopatía mitocondrial, la miopatía congénita, la enfermedad de la neurona motora o anomalías anatómicas, médicos de una universidad iraní informaron que en este caso, la consecuencia está asociada con años de abuso de sustancias.

Una historia impactante que nos recuerda que la adicción no es solo un mal hábito, sino un camino directo hacia la destrucción del cuerpo y del alma.